Marca: SONY
P/N: RDR2
EAN: 5026555423090
Disponibilidad: Disponible

22,29 ¤

*IVA Incluido

Red Dead Redemption II

América, 1899. El ocaso del Salvaje Oeste ha comenzado. Tras un desastroso atraco fallido en la ciudad de Blackwater, Arthur Morgan y la banda de Van der Linde se ven obligados a huir. Con agentes federales y los mejores cazarrecompensas de la nación pisándoles los talones, la banda deberá atracar, robar y luchar para sobrevivir en su camino por el escabroso territorio del corazón de América. Mientras las divisiones internas aumentan y amenazan con separarlos a todos, Arthur deberá elegir entre sus propios ideales y la lealtad a la banda que lo vio crecer.

Elección y personalización de armas

Hay una gran variedad de opciones de personalización, que van desde mejoras visuales (nuevos metales, maderas, barnices y grabados) hasta mejoras de rendimiento (nuevos cañones, empuñaduras, miras y miras telescópicas). Puedes diseñar un arma totalmente única que tenga el aspecto que más te guste y se maneje exactamente como quieras. El rendimiento de cada arma varía dependiendo de su daño, alcance, cadencia de disparo, precisión y velocidad de recarga, así que es importante elegir bien según la situación.

La alta cadencia de disparo de un revólver de doble acción viene bien para disparar mientras vas a caballo. Si llevas algo en una mano, como una lámpara o un animal pequeño, trata de utilizar una escopeta recortada, cuyos proyectiles tienen un mayor impacto a corta distancia en comparación con otras armas de una mano. El fusil Lancaster Varmint es perfecto para cazar presas pequeñas, porque es mucho menos probable que deteriore la calidad de la piel y la carne que si utilizas un arma de mayor calibre.

Cuando solo te enfrentes a uno o dos enemigos, puede que te interese utilizar un fusil Springfield, que tiene una menor cadencia de disparo, pero inflige mucho más daño. Si necesitas disparar a distancia, cualquier fusil de precisión será una buena elección, obviamente, pero también puedes poner miras telescópicas en otro tipo de fusiles, lo que te permite alternar entre la mira normal y la telescópica en cualquier momento.

Fauna salvaje

Los diversos hábitats y climas de Red Dead Redemption 2 son el hogar de unas doscientas especies de animales terrestres, aves y peces. Todas responden a su entorno y se comportan de forma única.

Los ciervos, bisontes y berrendos recorren las llanuras en manada, los carroñeros huelen rápidamente la carroña, los salmones rojos saltan corriente arriba, los lobos atacan rodeando a su presa, los gansos vuelan en formaciones fijas, las zarigüeyas se hacen las muertas, los roedores se esconden en los agujeros de los árboles, los osos pardos atacan cuando se sienten amenazados y las aves de presa planean sobre las corrientes. Todos ellos forman parte de un ecosistema complejo y mantienen una lucha constante por mantener su lugar en la cadena alimenticia. La naturaleza es generosa, pero también peligrosa para hombres y bestias, y cualquier depredador puede convertirse rápidamente en presa.

Caza y pesca

Cazar y pescar son dos habilidades esenciales para sobrevivir en la naturaleza, pues permiten obtener alimentos, materiales e ingresos. En los diversos ríos, lagos y riachuelos nadan distintas especies de peces, de modo que elegir el cebo o señuelo correcto es clave para disfrutar de un buen día de pesca. Rastrear a un animal requiere concentración y paciencia; avanza con cautela y presta atención a la dirección del viento o alertarás a tu presa. También es muy importante elegir el arma adecuada y la posición del disparo, puesto que incidirán en la calidad de la piel y la carne y, por lo tanto, en el precio que pagarán por ellos los comerciantes. Asegúrate de elegir un fusil del calibre adecuado para el tamaño del animal que quieras cazar o conviértete en un arquero experto para abatirlo sigilosa y limpiamente.

Tras cazar a un animal, podrás despellejarlo y despiezarlo en el acto o llevártelo entero, pero evita demorarte o los carroñeros se acercarán a mirar. Carga en tu caballo pieles, piezas, carne y cadáveres enteros para vendérselos a los carniceros de la ciudad, cocinarlos en el campamento o crear ropa y otros objetos. La naturaleza provee y no es necesario que pases frío ni hambre.